El implacable frío del fin de la temporada otoñal y la presencia de cientos de curiosos que no les perdían ningún detalle parecía no hacer mella en los osos pandas de la Base de Cría e Investigación del Panda Gigante de Chengdú.
Todas unas celebridades no solo en Chengdú y en el resto de la suroccidental provincia de Sichuan, sino en toda China, los pandas son considerados un orgullo nacional.
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El amor por estos mamíferos se nota con solo pisar esta hermosa ciudad de 21 millones de habitantes, donde fotos, pósteres, suvenires, llaveros, nombres de avenidas y hasta monumentos se erigen en su honor.
Unos 10 kilómetros al norte de Chengdú se encuentra la Base de Cría e Investigación del Panda Gigante, un centro de fama planetaria dedicado al estudio y a la cría de este animal. Este Proyecto Piloto Ecológico de Conservación Ex Situ de Pandas Gigantes es reconocido internacionalmente por proteger y reproducir fauna endémica de China en peligro de extinción, como es el caso de los pandas gigantes o los pandas rojos.
Rodeada de altas montañas, aguas cristalinas, frondosos bosques de pinos y abundancia de aves, la base atrae a miles de visitantes nacionales e internacionales.
Estos hermosos mamíferos habitan en estado salvaje en las regiones montañosas del centro y suroeste de China y en la estación veraniega es raro encontrarlos en lugares por debajo de los mil 500 metros de altura, y a veces han alcanzado cimas por encima de los 4 mil 500 metros sobre el nivel del mar.
El principal producto de su dieta, un 99% de ella, es el bambú, del que pueden comer tanto como 12 kilos al día, gran parte de la jornada, una media de 14 horas se la pasan comiendo. A pesar de su peso y tamaño son muy buenos trepadores, por lo que no es extraño hallarlos cotidianamente arriba de los árboles donde suelen descansar por varias horas y también para guarecerse de peligros inminentes.
Estos hermosos gigantes alcanzan la madurez sexual a los seis años, por lo que desde esa edad hay que separarlos, en el caso de los que se encuentran preservados en cautiverio, para que no se peleen. El oso panda tiene una cría cada dos años con un periodo de gestación de cinco meses y su temporada de reproducción suele darse en la primavera boreal entre marzo y mayo. Cuando nacen los cachorros tardan en abrir los ojos (aproximadamente hasta 7 semanas), duermen alrededor de 20 horas diarias y se amamanta de la madre. Su esperanza de vida ronda entre los 12 y 20 años aunque en cautiverio se han encontrado ejemplares que han durado mucho más.
Corprensa / Elysée Fernández /Largas filas para entrar a la Base de Cría e investigación de Panda Gigante de la ciudad de Chengdú en Sichuan en la República Popular China.
Niños, jóvenes y adultos quedan maravillados con este tesoro nacional chino, que es amado en el mundo entero. Volviendo a la Base de cría e Investigación del Panda Gigante de Chengdú, decenas de osos viven en este recinto que, a su vez, abastece a otros similares en China y mantiene cooperación con otros países. Se calcula que poco más de dos mil ejemplares viven en su habitad natural enfrentando peligros como la devastación de su entorno y la caza furtiva, problemas que las autoridades locales y nacionales intentan frenar para preservar la especie muy amada por el pueblo chino.
Si usted es amante de estos mamíferos y realiza un viaje a China y la a ciudad de Chengdú, en particular, la visita a los osos pandas no debe faltar en su agenda, un experiencia que de seguro será gratificante.
