La música llanera venezolana está de luto tras el fallecimiento de Geraldine Pinto, una destacada intérprete que perdió la vida en Tapachula, México, el pasado 14 de octubre.
La artista de 40 años intentaba llegar a Estados Unidos en una travesía que atravesó varios países de Centroamérica.
La noticia fue confirmada por su pareja, Ronald Camargo, quien detalló que Pinto sufrió serias complicaciones de salud después de cruzar la peligrosa selva del Darién.
Camargo, también cantante llanero, reveló en redes sociales que Geraldine desarrolló un cuadro de fiebre severa tras superar la inhóspita selva panameña, lo que llevó a su hospitalización en Tapachula, estado de Chiapas.
La situación de la cantante se agravó rápidamente, con signos preocupantes como la coloración morada de sus manos y pies.
Medios internacionales informan que el deterioro extremo de su salud fue consecuencia de las duras condiciones de la travesía, lo que provocó fallos en varios órganos y tres paros cardiorespiratorios.
Sin embargo, las autoridades mexicanas aún no han emitido un informe oficial sobre la causa de su muerte.
El dolor de su pareja se hizo palpable en sus palabras:
“Estoy destrozado, tengo el corazón quebrantado en mil pedazos. Nunca imaginé que algo así podría suceder”, expresó Camargo. Además, solicitó apoyo para repatriar el cuerpo de Pinto a su natal Venezuela, donde la comunidad artística lamenta su partida.
Geraldine Pinto, conocida en la escena llanera como “La Festivalera”, se forjó una reputación ganadora en concursos musicales como el Festival Panoja de Oro y el Torneo Internacional del Joropo, entre otros.
Antes de su travesía, residía en Yopal, Colombia, donde continuaba impulsando su carrera musical.
La travesía que emprendió Pinto no es un caso aislado, sino una realidad que enfrentan miles de migrantes que cruzan la selva del Darién, una de las rutas más peligrosas de América Latina.
Este extenso bosque, que separa Colombia de Panamá, se caracteriza por su difícil geografía y la presencia de grupos criminales, lo que lo convierte en un trayecto mortal para quienes buscan llegar a Norteamérica.
Las condiciones extremas, la violencia y las enfermedades son amenazas constantes para los migrantes.
A pesar de los esfuerzos por controlar el paso fronterizo y los operativos de seguridad, el número de personas que arriesgan sus vidas en esta ruta sigue en aumento, lo que refleja la desesperación de quienes buscan mejores oportunidades.
Geraldine Pinto es uno de los muchos nombres que se suman a las trágicas historias de migración, un destino que ella misma eligió en busca de un futuro mejor.