Con voz pausada, mirada profunda y ese encanto que no se apaga con los años, Guillermo Dávila nos recibió entre risas, reflexiones y confesiones que van desde el amor, la música, su legado en la actuación y hasta los reguetones que hoy dominan la escena.
El galán de “Ligia Elena”, ídolo de generaciones y eterno “crush” de muchas, no se guarda nada: habla de su carrera, de lo que ha ganado (y perdido) con el paso del tiempo, de la importancia de vivir en paz… y hasta lanza una que otra advertencia sobre el empoderamiento mal entendido.
Entre anécdotas y carcajadas, el también cantante confiesa por qué no le gusta estar cansado, cómo aprendió a soltar el miedo y cuál es su verdadero secreto para mantenerse tan fresco como en los 80. ¡Una entrevista sabrosa, nostálgica y cargada de verdad sin filtros!
¿Qué se siente marcar a toda una generación y seguir marcando a nuevas generaciones con su música y su actuación?
“Es una pregunta tan delicada que hay que prestar atención para poder responderla. Porque sinceramente, es algo que se renueva constantemente ¿Cómo es posible que haya pasado el tiempo? Tú lo ves y lo dices… pero lo difícil es estar dentro de este cuerpecito y darse cuenta que pasan los años, pasan canciones, pasan géneros musicales, pasa mi escuela, pasa mi pasado, pasea mi futuro…Y no puede ser que tanto aprecio tenga parte de toda esa belleza de personas que han tenido, como te digo, la benevolencia de haberme seguido durante toda mi carrera. No es que yo sea algo desagradable, pero es que es sorprendente. Porque pasa el tiempo. Yo no tengo ningún sello disquero que esté tratando de promover el disco, la canción… no. Estoy yo solo, que me meto en las redes, hablo, tengo un grupo de trabajo, sigo haciendo conciertos. Y cada vez que pasa el tiempo, me siento muy afortunado. Para resumir: me siento muy afortunado“.
¿Y qué ha sido más difícil, mantener su carrera o su vida personal?
“La vida personal sí la he mantenido. Porque yo me separé del miedo con respecto a perder una carrera. De lo que me iba a quedar, si nada más me preocupaba por mi carrera, era el cansancio. Y a mí no me gusta estar cansado. Me gusta vivir en paz. Y sobre todo, llegar a ser feliz. Ese es el objetivo principal de lo que he hecho en mi vida".
¿Qué prefiere: cantar o actuar?
“Las dos cosas están bien.Lo único es que actuar no refleja ese hecho de la transmisión de una nota musical, a la cual yo debo colocarla donde es, y compartir con todo ese género o música que está sonando en ese momento. Estoy como enredado para responder, ¿no? Pero está bien, es así“.
Usted ha sido el “crush” de muchas mujeres…
“Ah, ‘crush’... eso es delicado. No por nada en especial, pero a través del tiempo me di cuenta que todas esas chicas que me siguieron fueron ahupadas por una historia muy bonita, con la primera telenovela que hice: Ligia Elena. Era una historia muy cercana a la realidad, al enamoramiento latinoamericano. Porque si un latino dice ‘te amo’, es muy distinto a cómo lo dice un alemán".
¿Y cómo fue ese encuentro con Alba Roversi?
"Alba siempre ha sido algo muy especial en mi vida. Una gran amiga, un gran sueño de mujer, siempre chiquitita y tan menuda. Si estuviera en su situación, haría lo mismo que ella: ¡Echar pa’lante!“.
(reflexionando): “Pero no se trata de empoderamiento mal visualizado. Mi papá me enseñó a ser correcto y caballeroso. Una vez, cerré una puerta sin dejar pasar a alguien, y me dijeron: ‘¿Tú crees que no puedo agarrar la puerta?’ .¿En qué nos estamos transformando? Hay que dar valor justo a las cosas. Yo amo y adoro a mi mamá. Fue la mujer más empoderada del mundo, pero con un amor tan grande…“.
¿Cómo ve la nueva ola musical?
“Tiene que ver con el nivel cultural de quienes la hacen. Muchos son genios sin haber estudiado música. Lo hacen muy bien. No hay nada más sabroso que un reguetón bien bailado, aunque a veces digan cosas feas. Es como el tango en su época: lo veían mal, y ahora es poesía”.
¿Qué puede esperar su fanaticada del concierto?
“Que se van a divertir. Mi objetivo no es solo que asistan, sino que se vayan totalmente satisfechos”.
¿Y cuál es su secreto para mantenerse tan saludable?
“Guardar silencio. Y como dicen por ahí... no se puede hacer el amor como los futbolistas antes de meter un gol. ¡Hay que cuidar la energía y no gastarla en el sexo!“.
Este jueves 24 de julio, el legendario Guillermo Dávila se presentará en el Teatro Anayansi de Atlapa como parte de su esperada gira “Cantaré para ti”, una velada cargada de nostalgia, romanticismo y grandes éxitos.
El concierto tendrá un propósito solidario, ya que será a beneficio de la Fundación del Niño con Leucemia y Cáncer, uniendo la música con una noble causa. Las puertas del lobby abrirán desde las 6:00 p.m. para un ambiente tipo after office, y el espectáculo arrancará puntualmente a las 8:30 p.m., prometiendo una noche inolvidable con uno de los íconos más queridos de la música latina.




