El público en el Coliseo José Miguel Agrelot de San Juan no podía creer lo que veía. Era la noche del sábado 30 de agosto, y en plena recta final de la residencia “No me quiero ir de aquí” de Bad Bunny, apareció en escena nada más y nada menos que el panameño Rubén Blades.
El Poeta de la Salsa entró con todo, acompañando a Benito en “Baile inolvidable”, tema que interpretaron a dúo y que encendió al público. La fiesta se volvió aún más intensa cuando Blades tomó el control para regalar uno de sus clásicos más poderosos: “Amor y control”, provocando una ovación que hizo temblar el Choliseo.
Las redes sociales explotaron. Los fanáticos subieron fotos, videos y comentarios llenos de emoción. “Wow, ¡qué banquetazo anoche en la Resi de Benito! ¡Rubén Blades!”, escribió un usuario en X, reflejando el sentir general.
La residencia de Bad Bunny, que lleva ya 23 funciones en el emblemático recinto con capacidad para 18,500 personas, se ha convertido en el evento musical más comentado del año en Puerto Rico. Cada show sorprende con invitados especiales, pero pocos imaginaron que el junte entre el reguetón del Conejo Malo y la salsa inmortal de Blades sería uno de los momentos más virales y celebrados de 2025.
El Choliseo, ubicado en Hato Rey, ha recibido a gigantes como Daddy Yankee, Wisin & Yandel y hasta Metallica. Sin embargo, la noche en que Blades y Bad Bunny compartieron escenario ya quedó marcada como un antes y un después en la historia musical de la isla.



