¿Cómo así? Ekaterina Brendina, mejor conocida como “La Panarusa” y que se dio a conocer por las redes pretende cobrar mil dólares por entrevista.
Hugo Stocker de “La Mordida” la contactó para hacerle una entrevista y ella de una vez lo pausó y le dijo: “no me gusta el bochinche hermano” y le aclaró que sus declaraciones serían desde un en vivo.
Luego remató con: “Mi entrevista vale mil” a lo que él le dijo “Ni en la Cáscara te pagaban eso”.
Por si fuera poco la misma Panarusa colgó luego en su perfil que “Para los (emoji de pato), abogados, bichinchosos, periodistas de quinta, cinco minutos de mi entrevista valen mil, pero para todos mis queridos seguidores lo haré totalmente gratis”.
Su reacción trajo descontento en las redes.
Y tal y como lo prometió, Brendina hizo el “live” donde dejó claro que ella nunca ha sido una mantenida y que cuando llegue a Panamá trabajará por lo suyo como siempre lo hizo ya que en el pasado tenía una pescadería, limpió casas y hasta daba clases en ruso.
Contó que fueron sus propios seguidores los que le pedían el yapy luego de que ella pidiera ayuda al Gobierno de Panamá por el conflicto entre Rusia y Ucrania. Explicó que ella planeaba regresar a Panamá, pero como no le alcanzaba lo que tenía pidió ayuda para conseguir un vuelo humanitario.
Según dijo tiene el dinero para pagar su renta y nunca ha dejado de generar con su empresa “Panarusa Production”. Por lo tanto, se siente agradecida, más no en deuda ya que sus seguidores le expresaron que ese era su pago por hacerlos reír.
Sus palabras vienen luego de que indicara que buscaba una casa o apartamento amueblado de dos o tres cuartos para alquilar y vivir con sus hijos una vez regresen de Rusia.
Ella planea regresar a finales de mes y ya tienen los boletos que compró gracias al yapitón donde recogió un poco más de 6 mil dólares.
La panarusa, eprimer lugar se fue de Panamá por un desacuerdo con el padre de sus hijos y para proteger la salud mental de ellos, pero con el tema de Rusia y Ucrania decidió volver.
Supuestamente la rusa le había sido infiel al padre de sus hijos con un colaborador de la Cáscara llamado Beto Mesa.


