La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se bañó en el río Sena para demostrar su salubridad de cara a los próximos Juegos Olímpicos de París 2024. Hidalgo había prometido este baño hace un año, pero tuvo que posponerlo en dos ocasiones debido a la mala calidad del agua. Finalmente, este miércoles 17 de julio, la alcaldesa se lanzó al Sena, acompañada por el presidente del comité organizador de los Juegos y el prefecto de París.
Este baño tiene un gran significado simbólico, ya que el Sena no era accesible para el baño público desde hace un siglo por la contaminación del río. La ciudad ha trabajado durante meses para mejorar la calidad del agua y poder celebrar algunas pruebas olímpicas en el Sena, como el nado libre y el triatlón. Sin embargo, aún quedan dudas sobre si el río estará en condiciones óptimas para acoger estas pruebas, que se celebrarán a finales de julio y principios de agosto.
Hidalgo ha afirmado que este baño será “la mayor herencia de los Juegos”, y que después del evento habrá varias zonas accesibles para que los parisinos y turistas puedan bañarse en el Sena.
La limpieza del Sena ha costado al Estado mil 400 millones de euros desde 2016, principalmente por el problema de los vertidos cuando hay mucha lluvia.