La capital ucraniana vivió otra noche de horror. Al menos 19 civiles, entre ellos tres menores de 2, 15 y 17 años, perdieron la vida tras una ola de ataques rusos con misiles y drones, según confirmaron las autoridades locales.
El jefe de la administración militar de Kiev, Timur Tkachenko, informó a través de Telegram que la cifra de heridos ascendió a 48 personas, mientras unas diez permanecen atrapadas bajo los escombros en el distrito de Darnitsia.
Desde primeras horas, equipos de rescate trabajan contrarreloj para localizar sobrevivientes, mientras los hospitales de la ciudad atienden a decenas de heridos, muchos en estado crítico.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, reaccionó con dureza y denunció que se trata de “un asesinato horrible y deliberado de civiles”. En un mensaje a la nación, lamentó especialmente la muerte de niños y cuestionó la pasividad de algunos actores internacionales:
“La muerte de niños debería provocar sin duda una emoción mayor que cualquier otra cosa. Estamos esperando la reacción de todos aquellos en el mundo que pidieron la paz, pero que ahora suelen guardar silencio en lugar de adoptar posiciones de principio”, señaló.
El mandatario exigió nuevas y más duras sanciones contra Rusia, al considerar que las actuales medidas no han sido suficientes para detener la ofensiva.



