En un hecho sin precedentes en la historia de Brasil, el Tribunal Supremo condenó este jueves al expresidente Jair Messias Bolsonaro por encabezar una conspiración golpista tras perder las elecciones de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva. El capitán retirado del Ejército, de 70 años, fue hallado culpable de cinco delitos, entre ellos intento de golpe de Estado, abolición del Estado de derecho y pertenencia a organización criminal.
La decisión fue tomada por mayoría en la primera sala de la corte, con el voto decisivo de la magistrada Carmen Lúcia Antunes Rocha, quien destacó que Bolsonaro y un grupo de altos mandos militares “desplegaron un plan progresivo de ataque a las instituciones democráticas” con el objetivo de impedir la alternancia de poder.
Junto al exmandatario también fueron condenados tres generales, un almirante, un teniente coronel y dos civiles, todos vinculados a la planificación de la asonada. El Supremo definirá este viernes la pena concreta, que podría sumar hasta 43 años de cárcel.
El trasfondo del fallo
El juez instructor Alexandre de Moraes sostuvo que el complot incluyó la descalificación del sistema electoral, la denuncia de un fraude inexistente, amenazas a magistrados, un borrador para anular las elecciones e incluso planes de asesinato de autoridades del Estado. “El 8 de enero de 2023 no fue un paseo dominical. Fue un intento de golpe por parte de una organización criminal”, afirmó al recordar la invasión al Congreso, el Palacio Presidencial y el propio Supremo, al estilo del asalto al Capitolio en EE.UU.
Pese a las presiones externas, entre ellas las de Donald Trump, que calificó el proceso como una “caza de brujas” y aplicó sanciones contra jueces brasileños, el tribunal avanzó con el juicio más importante de la era democrática del país.
Reacciones y consecuencias
Bolsonaro, bajo arresto domiciliario y con prohibición de usar redes sociales, siguió la audiencia desde su casa en Brasilia. Su hijo Flávio, senador, reaccionó en X asegurando que la condena “viola los pilares de la democracia”.
El fallo tendrá efectos directos en el escenario político de 2026: inhabilitado hasta 2030, Bolsonaro no podrá postular, pero mantiene influencia como líder de la oposición y será clave para definir el candidato de la derecha.
En un país que recuperó la democracia hace apenas cuatro décadas, la condena manda un mensaje contundente al mundo: los intentos de subvertir el orden constitucional no quedarán impunes.


