El caso Pelicot, que ha conmocionado a Francia y al mundo, concluyó este jueves con la sentencia de los 51 acusados en un tribunal de Aviñón. Gisèle Pelicot, víctima de violaciones sistemáticas durante casi una década, fue drogada por su exmarido Dominique Pelicot, quien organizó estos abusos permitiendo que otros hombres la violaran mientras estaba inconsciente. Las condenas suman más de 400 años de prisión, aunque son inferiores a los 652 años solicitados por la Fiscalía.
Dominique Pelicot fue condenado a 20 años de prisión, la pena máxima por violación agravada. Además, se le imputaron cargos por intento de violación y posesión de imágenes sexuales no consentidas. Otros 50 hombres también fueron hallados culpables, enfrentando penas que varían entre 3 y 20 años.
Este juicio ha generado un intenso debate sobre el consentimiento y la definición legal de violación en Francia, con Gisèle Pelicot emergiendo como un símbolo de resiliencia y dignidad tras haber decidido renunciar a su anonimato para visibilizar su sufrimiento y el de otras víctimas. La fiscal del caso, Laure Chabaud, subrayó que “la violación accidental no existe”, enfatizando la gravedad de los delitos cometidos.
La atención mediática y pública hacia este caso ha llevado al gobierno francés a lanzar campañas sobre los peligros de la sumisión química, buscando concienciar sobre este tipo de abusos.


