El juicio contra Ryan Routh, el hombre acusado de intentar asesinar al expresidente y entonces candidato Donald Trump en 2024, comenzó este lunes en Florida bajo un clima de alta expectativa.
Routh, de 59 años, enfrenta cinco cargos federales, incluido el de intento de asesinato de un importante candidato presidencial. De ser hallado culpable, podría enfrentar cadena perpetua. En un giro inesperado, decidió despedir a su equipo legal y asumir su propia defensa en el tribunal.
Según la acusación de la fiscalía, Routh se ocultó con un rifle entre los árboles cerca del sexto green del Trump International Golf Club, en West Palm Beach, mientras el exmandatario jugaba una ronda de golf durante las últimas semanas de la campaña presidencial de 2024.
Un agente del Servicio Secreto habría detectado su presencia y abrió fuego antes de que Routh pudiera disparar, lo que lo obligó a huir del lugar. Posteriormente fue detenido y se declaró inocente de todos los cargos.
El juicio en un tribunal federal de Fort Pierce, Florida, que comenzó con la selección del jurado este lunes, probablemente ofrecerá un relato detallado de lo que la fiscalía alega fue el segundo atentado contra la vida de Trump en un período de dos meses. El pistolero del primer intento, que hirió a Trump en la oreja, murió en el lugar de los hechos.
También es probable que ponga a prueba hasta qué punto Routh, un contratista de techos con dificultades y un historial de defensa quijotesca de democracias vulnerables como Ucrania y Taiwán, puede convertir el proceso en un foro para sus propias opiniones.
La jueza federal de distrito Aileen Cannon, quien supervisa el caso, rechazó las preguntas propuestas por Routh a los posibles jurados, calificándolas de “muy fuera de lugar” e irrelevantes para el proceso. Las preguntas, de acuerdo con Cannon, incluían preguntas sobre el activismo estudiantil propalestino y el apoyo de Trump a la ocupación estadounidense de Groenlandia.
Desde que despidió a su equipo de defensores públicos el pasado mes de julio, Routh utilizó documentos judiciales para proponer una “sesión de castigo” con Trump, insinuando la posibilidad de intercambiarse por un prisionero retenido por China o Irán e intentó, sin éxito, introducir el testimonio de un experto sobre su propio “narcisismo”.
Routh, quien no cuenta con formación jurídica formal, presentará los alegatos iniciales y finales, interrogará a los testigos y presentará pruebas a su favor. Sus dos ex abogados actuarán como “abogados de reserva”, listos para asesorar si se les solicita.



