El cónclave para elegir al próximo papa podría concluir en tiempo récord: fuentes del Vaticano señalan que bastarían apenas dos días para alcanzar consenso entre los cardenales electores que desde el 7 de mayo estarán reunidos en la Capilla Sixtina.
Con la muerte del papa Francisco el pasado 21 de abril, el mundo católico aguarda con expectativa quién será su sucesor, y todo indica que la decisión podría llegar antes del viernes. La rapidez del proceso se debe, según expertos en el Vaticano, a que hay un bloque sólido de apoyo hacia tres posibles candidatos que concentran la mayoría de las simpatías.
Los nombres que suenan con más fuerza en las quinielas del cónclave son el cardenal Matteo Zuppi, actual presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y cercano al carisma social de Francisco; el cardenal filipino Luis Antonio Tagle, considerado una figura de consenso global; y el cardenal húngaro Péter Erdő, de perfil conservador y doctrinalmente firme.
La brevedad del cónclave contrasta con otros procesos más prolongados de la historia eclesiástica. El ambiente entre los cardenales es descrito como “maduro, sin grandes fracturas internas”, lo que facilitaría una votación rápida. De acuerdo con fuentes vaticanas, la primera jornada estaría dedicada a deliberaciones informales y misas privadas, mientras que el segundo día se proyectan varias rondas de votación decisiva.
Mientras tanto, miles de fieles en Roma y millones alrededor del mundo siguen de cerca cada movimiento desde la Ciudad del Vaticano, en lo que será el cierre de un ciclo marcado por reformas, escándalos y una visión pastoral distinta que Francisco instauró en más de una década de pontificado.