El primer fallo en torno al magnicidio del precandidato presidencial y senador Miguel Uribe Turbay ya está escrito. Un juez sentenció a siete años de sanción al adolescente de 15 años que le disparó al político el pasado 7 de junio en el Parque El Golfito, en Modelia, Bogotá.
Aunque la condena equivale a 84 meses de privación de la libertad, la Ley de Infancia y Adolescencia establece que, al tratarse de un menor, la pena se cumple bajo medidas de resocialización en un centro especializado y bajo estricta vigilancia.
El crimen que estremeció a Bogotá
Ese viernes, alrededor de las 5:00 p.m., el joven abrió fuego contra Uribe Turbay con una pistola Glock de 9 milímetros, impactándolo en la cabeza y en una pierna. El dirigente del Centro Democrático fue trasladado a la clínica Santa Fe, donde luchó por su vida hasta el 11 de agosto, cuando falleció.
El sicario fue capturado apenas dos cuadras más adelante, mientras intentaba escapar en una motocicleta que lo esperaba para huir.
La condena y la polémica
Durante el proceso, el menor aceptó los cargos de tentativa de homicidio y porte ilegal de armas, que le fueron imputados cuando la víctima aún seguía con vida. Por esa razón, la justicia juvenil no pudo cambiar la tipificación a homicidio tras su muerte.
La Fiscalía resaltó que la condena fue producto de la aceptación de cargos y de las pruebas recabadas. El abogado Víctor Mosquera, representante de la familia de Uribe Turbay, lamentó el resultado: “Respetamos la decisión, pero esa sanción nunca se equipara con la vida que arrebató ni con el dolor causado. Esta ley incentiva que el crimen use menores sin castigo real y efectivo”.
Apelación y nuevas pistas
La defensa del joven apeló la decisión, por lo que ahora será revisada por el Tribunal Superior de Bogotá. Mientras tanto, se conoció que el adolescente fue uno de los primeros en negociar con la Fiscalía, entregando información clave que permitió avanzar en la identificación de otros presuntos responsables materiales del atentado.
Durante la privación de su libertad, el joven recibirá una orientación que lleve a brindarle herramientas para que se resocialice. Uno de los centros para ello podría ser el Centro El Redentor, al sur de Bogotá, un lugar especializado tales fines y manejado por Bienestar Familiar.



