Ecuador enfrenta una grave crisis sanitaria en sus cárceles debido a un brote de tuberculosis que ha afectado a al menos mil 115 reclusos en 12 penitenciarías. La Penitenciaría del Litoral en Guayaquil concentra más de la mitad de los casos, con 567 infectados. La situación se volvió crítica tras el hallazgo de cinco reclusos muertos, supuestamente por tuberculosis, aunque el Ministerio de Salud negó que estuvieran en sus registros como pacientes sospechosos. Las familias han denunciado condiciones deplorables de encarcelamiento, especialmente desde la intervención militar en enero de 2024.
La enfermedad ha sido detectada en 11 de las 35 cárceles del país, abarcando varias provincias. A pesar del aumento de casos, el Ministerio de Salud minimiza la situación, afirmando que no hay una crisis epidemiológica y sugiriendo que algunos reclusos se niegan a recibir tratamiento. Sin embargo, solo dos internos han rechazado el tratamiento por razones personales.
Organizaciones de derechos humanos critican la falta de suministro constante de medicación y destacan el hacinamiento y la desnutrición crónica como factores que agravan la crisis.