Una tragedia ha sacudido el sur de Italia, donde cuatro personas perdieron la vida y una resultó gravemente herida tras el desplome de una cabina del teleférico que conecta la localidad de Castellamare di Stabia, cerca de Nápoles, con la cima del monte Faito, a más de mil 100 metros de altitud sobre el mar Mediterráneo.
El accidente ocurrió alrededor de las 15.00 horas, cuando, según las primeras hipótesis, uno de los cables del sistema se rompió, provocando que dos cabinas quedaran suspendidas en el aire. Mientras una de ellas, con once ocupantes, pudo ser estabilizada y sus pasajeros rescatados ilesos, la otra, en la que viajaban cinco personas, se precipitó al vacío.
Inicialmente, las autoridades confirmaron la muerte de tres personas y la desaparición de una cuarta, pero poco después se encontró su cuerpo sin vida en las laderas del monte. La quinta persona —al parecer el maquinista, según algunos medios italianos— fue rescatada con vida, aunque con heridas de extrema gravedad, y trasladada en helicóptero al Hospital del Mar de Nápoles por efectivos del Cuerpo Nacional de Socorro Alpino y Espeleológico (CNSAS).
Los cinco ocupantes de la cabina eran cuatro turistas y un empleado de la empresa que gestiona la instalación, Ente Autonomo Volturno (EAV). Las tareas de rescate se vieron dificultadas por la niebla y las adversas condiciones meteorológicas en la zona, lo que retrasó las operaciones y complicó las comunicaciones con las cabinas afectadas. Según Il Corriere della Sera, no fue hasta las 17.00 horas cuando se perdió contacto con la cabina caída, aunque en ese momento aún se creía que seguía suspendida.
El ministro de Infraestructuras y Transportes, Matteo Salvini, ha solicitado un informe urgente sobre el estado de la infraestructura para esclarecer lo ocurrido y depurar posibles responsabilidades. La línea del teleférico había reabierto hace apenas una semana para el inicio de la temporada turística.