Muchos cubanos han expresado su angustia y frustración ante un apagón generalizado que ha durado tres días, coincidiendo con la llegada del huracán ‘Oscar’ a la costa oriental de la isla. En Santo Suárez, un barrio de La Habana, los residentes protestaron golpeando cacerolas y sartenes debido a la falta de electricidad y agua, lo que ha llevado a situaciones desesperadas, como la pérdida de alimentos en refrigeradores.
El ministro de Energía, Vicente de la O Levy, indicó que se espera restablecer el suministro eléctrico este lunes o el martes, aunque advirtió que el huracán complicará aún más la situación al afectar importantes centrales eléctricas.
A pesar de algunos avances en el restablecimiento del servicio en ciertas áreas, gran parte de La Habana sigue sin electricidad, lo que también impacta el suministro de agua. El descontento social ha llevado a protestas en varias localidades, y el presidente Miguel Díaz-Canel ha advertido que no tolerará alteraciones del orden público, acusando a los manifestantes de actuar bajo influencias externas.
La situación es crítica, ya que muchos hospitales están al borde del colapso y los ciudadanos enfrentan largas filas para conseguir alimentos básicos.