El esperado lanzamiento del robotaxi de Tesla, conocido como Cybercab, ha dejado un sabor amargo en los mercados, reseñó EFE.
Este viernes, las acciones de la compañía de vehículos eléctricos se desplomaron un 8,78 %, con los inversionistas mostrando su decepción ante la falta de información clara sobre los planes de producción y comercialización de este vehículo que Elon Musk había prometido como revolucionario.
La presentación, realizada el jueves en los estudios Warner Bros. de Los Ángeles, reunió a 50 vehículos autónomos, incluyendo varias unidades del Cybercab, en lo que algunos analistas han descrito como un evento más teatral que informativo.
La puesta en escena, calificada incluso por Musk como una “fiesta”, no consiguió impresionar a Wall Street, y muchos se quedaron esperando detalles cruciales sobre cómo Tesla planea convertir su visión futurista en una realidad.
El precio del Cybercab fue uno de los pocos aspectos mencionados con claridad: costará entre 20.000 y 30.000 dólares y debería entrar en producción “antes de 2027″.
Sin embargo, quedaron en el aire aspectos claves, como la estrategia para incrementar la producción frente a una demanda que se prevé masiva o los planes para sortear las normativas y desafíos técnicos que implica un coche sin volante ni pedales.
Entre los críticos, Colin Langan de Wells Fargo fue contundente al calificar la demostración como “poco más que un espectáculo”. Por su parte, Toni Sacconaghi, de Bernstein, tachó la presentación de “decepcionante” debido a la escasez de detalles. Adam Jones, de Morgan Stanley, también expresó su desilusión, resumiendo el sentimiento general con un simple “¿Eso es todo?”.
La ausencia de anuncios sobre la esperada nueva generación de vehículos asequibles de Tesla, que muchos ven como clave para el futuro de la compañía, añadió más dudas a las ya existentes sobre la capacidad de Musk para cumplir con sus ambiciosas promesas.
La aparición de robots humanoides Optimus en el evento, sirviendo bebidas y bailando en lugar de mostrar sus verdaderas capacidades industriales, tampoco ayudó a mejorar la percepción general.
Elon Musk tiene un historial de exageraciones y promesas incumplidas, y el evento del Cybercab parece haber seguido esa línea.
Ahora, la pregunta es si Tesla podrá cumplir con las expectativas generadas o si el Cybercab se convertirá en otro sueño postergado en el currículum de su carismático líder.
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