Tras semanas de especulación y silencio, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, de 80 años, volvió a aparecer en público la noche del sábado durante un acto oficial de entrega de 100 buses donados por el Gobierno de China. El evento marcó su reaparición tras más de dos semanas sin presencia visible, tiempo en el que se multiplicaron los rumores sobre su salud, desde una posible enfermedad grave hasta versiones que lo daban por muerto.
Durante el acto, Ortega agradeció la cooperación de China y destacó que los nuevos autobuses fortalecerán el sistema de transporte colectivo de Nicaragua. La ceremonia, transmitida por medios oficiales, mostró al mandatario en aparente buen estado, sin hacer mención directa a las versiones sobre su salud.
El prolongado silencio y la ausencia pública del líder sandinista habían generado especulaciones tanto dentro como fuera de Nicaragua. Diversas voces cuestionaban el hermetismo del Gobierno y la falta de información oficial, lo que intensificó los rumores. Con esta aparición, Ortega intenta disipar las dudas, aunque persisten interrogantes sobre su condición.
Los buses donados se suman a los esfuerzos del régimen por modernizar el transporte público, en un contexto marcado por sanciones internacionales y un creciente aislamiento político.