El hospital Great Ormond Street vivió este miércoles un momento cargado de nostalgia y sorpresa: se abrió la cápsula del tiempo que la recordada princesa Diana de Gales enterró en 1991 junto a dos niños.
La caja, hecha en madera y revestida con plomo, fue sepultada cuando se colocó la primera piedra de uno de los edificios del complejo hospitalario, del cual Diana fue presidenta de honor. La obra se inauguró en 1994, pero el recuerdo de aquel acto quedó enterrado… hasta ahora.
Aunque el plan original era mantenerla cerrada por “cientos de años”, las obras de construcción de una nueva unidad de oncología pediátrica obligaron a abrirla más de 30 años después. La tarea estuvo a cargo de trabajadores del hospital que ya laboraban en 1991 y de personas nacidas ese mismo año, en un gesto simbólico de unión entre generaciones.
El tesoro de los 90
Dentro de la cápsula se hallaron objetos que son auténticos íconos de la época: monedas británicas, semillas en una botella, un holograma de copo de nieve, una hoja de papel reciclado, una televisión de bolsillo y una fotografía de la propia Diana.
También aparecieron un cómic, un disco de Kylie Minogue, una cámara desechable, una calculadora solar, un ejemplar del periódico The Times y otros documentos escogidos por la princesa junto a dos pequeños que ganaron un concurso para aportar al legado.
Aunque el planteamiento inicial era abrir la cápsula del tiempo “en cientos de años”, p las necesidades de espacio para la construcción de una unidad de oncología pediátrica han adelantado su apertura.



