Lo que comenzó como un dulce capricho se ha convertido en un fenómeno global. El chocolate Dubái, una lujosa tableta rellena de crema de pistacho y crujiente de kunafa, ha conquistado las redes sociales y está provocando un inesperado efecto colateral: la escasez mundial de pistachos.
Creado en 2021 por la firma Fix Desert Chocolatier, con sede en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), este exclusivo chocolate se ha vuelto viral en plataformas como TikTok e Instagram gracias a su combinación de sabores exóticos, su presentación dorada y las reacciones de influencers de todo el mundo. Pero su popularidad ha ido más allá del mundo digital.
Según un reportaje reciente del Daily Mail, la creciente demanda ha disparado el consumo de pistachos hasta niveles sin precedentes, agravando una situación ya complicada por una mala cosecha en Estados Unidos, el principal exportador de este fruto seco. En California, la producción cayó un 20% en los últimos 12 meses hasta febrero, según datos del Comité Administrativo de Pistachos.
“El mercado del pistacho está agotado”, advirtió Giles Hacking, del comerciante de frutos secos CG Hacking, en declaraciones al Financial Times. “El resto del mundo se encuentra escaso por las compras masivas de los fabricantes de chocolate”.
Irán, el segundo mayor productor mundial, también ha incrementado significativamente sus exportaciones a los Emiratos Árabes Unidos. Entre septiembre de 2024 y marzo de 2025, las ventas aumentaron un 40%, según cifras de la oficina de aduanas iraní.
Pero el pistacho no es el único ingrediente bajo presión. Charles Jandreau, director general del Prestat Group, asegura que “nadie estaba preparado” para el auge de la demanda de kataifi, la masa triturada típica de Oriente Medio que forma parte del característico relleno crujiente del chocolate Dubái.