La estética de los pontífices, cuidada hasta el último detalle, ha sido parte esencial de la historia de la Iglesia católica. Más allá de cualquier tendencia pasajera, la vestimenta papal conserva un fuerte simbolismo que comunica autoridad, tradición y espiritualidad. Aunque con el paso de los siglos lo que algunos llaman “moda papal” ha evolucionado, su impacto visual sigue despertando interés dentro y fuera del ámbito religioso.
Esa atención mundial volvió a quedar en evidencia este año, luego de que el papa León XIV fuera incluido por la revista Vogue en su lista de las 55 personas mejor vestidas y “extremadamente elegantes” de 2025. El reconocimiento, otorgado por una de las publicaciones de moda y belleza más influyentes del planeta, subraya que el pontífice ha marcado un giro estético frente a su antecesor, el papa Francisco, al recuperar vestiduras litúrgicas de impecable confección y fuerte carga simbólica.
Según Vogue, el atuendo que lo hizo merecedor de esta distinción fue el que lució durante su primera aparición pública como Papa, el pasado 8 de mayo, desde la logia central de la Basílica de San Pedro. En esa ocasión, León XIV apareció con una muceta de satén rojo y una estola color vino bordada en oro, acompañadas de una cruz pectoral sostenida por un cordón de seda dorada, una imagen que evocó la solemnidad clásica del papado.
La muceta, una capa corta que cae sobre los hombros hasta el codo, se utiliza como signo de autoridad y se coloca sobre el roquete. Por su parte, la casulla es la vestidura litúrgica exterior que se lleva sobre el alba y la estola, y su color varía según el tiempo del Año Litúrgico. Históricamente, esta prenda simboliza el “yugo de Cristo” y la caridad, elementos centrales del ministerio pastoral.
Este enfoque contrasta con la decisión que tomó el papa Francisco en 2013, cuando optó por prescindir de varias de estas piezas tradicionales en su primera aparición, como señal de sencillez y cercanía. Aquella elección también fue reconocida en su momento por la revista Esquire, que lo incluyó entre los hombres mejor vestidos del año, resaltando su sobriedad más que el lujo.
La distinción otorgada a León XIV lo coloca en una lista compartida con figuras del deporte, la música, el cine y la política, entre ellas Rosalía, Rihanna, Bad Bunny, Jennifer Lawrence y la tenista Venus Williams.



