Erika Morales, una joven colombiana de 20 años, ha sido víctima de una brutal agresión en junio de 2021, cuando recibió dos botellazos en la cabeza a las afueras de un bar en Pasto. El ataque, perpetrado por Glair Gómez y Leidy León, la dejó en coma durante más de un año y, al despertar, perdió la movilidad y la capacidad de hablar, dependiendo de asistencia mecánica para respirar.
Tras tres años de sufrimiento constante, Erika expresó su deseo de acceder a la eutanasia mediante un sistema de comunicación basado en un abecedario impreso. Su petición se viralizó en redes sociales, generando un intenso debate sobre el derecho a una muerte digna en Colombia. La EPS Emssanar S.A.S. aprobó finalmente su solicitud a finales de febrero, asegurando que Erika seguirá recibiendo cuidados paliativos y apoyo psicológico hasta el procedimiento.
La familia de Erika ha expresado su apoyo a su decisión, destacando el amor y el respeto por su voluntad. Su hermana, Tatiana, ha manifestado sentimientos encontrados pero respeta la elección de su hermana, mientras que su madre, Alba Morales, está autorizada para tomar decisiones médicas en su nombre si es necesario.