Colombia está viviendo una nueva tormenta política que ha puesto al presidente Gustavo Petro en el centro de la controversia. Y no es cualquiera quien lanza la bomba: dos figuras cercanas al mismo círculo petrista han hecho públicas acusaciones que podrían tener un enorme impacto institucional.
Primero fue la reconocida periodista María Jimena Duzán, quien en redes sociales y entrevistas ha insinuado que el mandatario podría estar enfrentando problemas de adicción. Ahora se suma Álvaro Leyva, exministro de Relaciones Exteriores, quien fue aún más directo: dijo haber “confirmado” que Petro tiene problemas de drogadicción, y lo hizo sin rodeos desde París, durante un acto político.
¿Petro bajo la lupa?
Las declaraciones han prendido las alarmas en la clase política y en la opinión pública. Muchos se preguntan si estas afirmaciones podrían llevar a un debate en el Congreso colombiano sobre la capacidad del presidente para seguir al mando del país.
“Este no es un ataque de la oposición, es una alerta desde adentro”, comentó un analista político al canal local RCN. Y es que ambos denunciantes no vienen del uribismo ni del centro, sino del mismo espectro político que llevó a Petro al poder.
El Congreso podría intervenir
Ya hay voces dentro del Congreso pidiendo una sesión especial para debatir la estabilidad y las condiciones del jefe de Estado. Aunque aún no se ha confirmado una fecha, varios senadores han dicho que “no se puede tapar el sol con un dedo” y que el país merece respuestas claras y oficiales.
¿Motivaciones políticas?
Otros sectores creen que las acusaciones podrían estar motivadas por diferencias internas dentro del Gobierno o intentos de dañar la imagen de Petro de cara a futuros procesos políticos.
Mientras tanto, desde la presidencia no ha habido un comunicado formal sobre el tema. Petro ha continuado con su agenda pública, pero el ruido crece, sobre todo en redes sociales, donde el hashtag #PetroExplique ya es tendencia en Colombia.