El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, acusado de narcotráfico en Estados Unidos, compareció este viernes ante un juez de Nueva York y permanecerá detenido al menos hasta la próxima audiencia, el 10 de mayo.
En la audiencia, realizada por videoconferencia debido a la Covid, Hernández, ayudado por un intérprete, escuchó del juez Stewart D. Aaron los cargos que se le imputan: tráfico de cocaína, uso y porte de armas de fuego y conspiración para uso y porte de armamento. Al ser preguntado si lo entendía se limitó a contestar con un escueto: “Sí señoría”.
Si el jurado que se constituya cuando empiece su juicio lo hallara culpable de los tres cargos, el mandatario que gobernó Honduras ocho años (2014-2022) y entregó el poder el pasado 27 de enero podría ser condenado a tres cadenas perpetuas.
El abogado de la defensa Raymond Colon señaló que por el momento el expresidente prefiere seguir detenido.
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Hernández, que llegó a Nueva York hacia las 00:50 de este viernes, tras ser extraditado la víspera desde Tegucigalpa en un avión de la agencia estadounidense de lucha contra la droga DEA, se encuentra en el centro de detención de White Plains, cerca de la ciudad de Nueva York.
Con cara seria y gestos de preocupación, a veces mirando por la ventana por donde penetraban los rayos del sol veraniego, Hernández apareció vestido con la misma campera azul que llevaba la víspera en Tegucigalpa. Durante la espera del inicio del juicio dio un par de sorbos de una lata de gaseosa.
REUTERS