Un golpe digno del cine aconteció este domingo en el corazón del museo más visitado del mundo. En el Musée du Louvre de París, un grupo de delincuentes perpetró un robo relámpago, arrebatando de las vitrinas históricas de la galería de la familia de Napoleón Bonaparte y de la emperatriz Eugenia de Montijo piezas de incalculable valor: collares, broches y tiaras que formaban parte del patrimonio francés.
Este martes, la fiscal de la ciudad de París, Laure Beccuau, reveló la primera cifra oficial de los daños: 88 millones de euros, es decir, aproximadamente 102 millones de dólares. Aunque inicialmente se hablaba de un valor “incalculable”, ahora se maneja esta cifra como estimación oficial.
Aunque la estimación cuantitativa es muy alta, las autoridades subrayan que el verdadero perjuicio es cualitativo: el patrimonio histórico-cultural como tal. Beccuau enfatizó que los objetos robados “no tienen comparación” por su valor patrimonial.
Por otro lado, la ministra de Cultura francesa, Rachida Dati, declaró que los sistemas de seguridad del Louvre funcionaron correctamente, aunque admitió que la seguridad en la vía pública –por donde se introdujo el montacargas– requerirá mejoras.



