De los 135 cardenales que tendrán la misión de elegir al próximo pontífice, nada menos que 108 fueron nombrados por el papa Francisco, lo que representa un contundente 80% del total.
Con este número, el papa argentino no solo reformó estructuras e impulsó una Iglesia más pastoral y cercana, sino que también moldeó el perfil de quienes decidirán quién ocupará el trono de San Pedro en la próxima elección papal.
Este dato cobra aún más relevancia en medio del luto por su reciente fallecimiento. Francisco, con un papado marcado por la defensa de los más humildes, el cuidado del medio ambiente y una mirada progresista en temas sociales, se aseguró de que su visión de Iglesia continúe.
Los cardenales menores de 80 años son quienes tienen derecho a voto en el cónclave. Francisco fue estratégico: sus nombramientos priorizaron la diversidad geográfica, incluyendo figuras de países históricamente menos representados, con una fuerte presencia de América Latina, Asia y África.
Con esto, el futuro papa —aunque aún desconocido— llevará inevitablemente el sello de Francisco. Su legado, más allá de reformas y encíclicas, se traduce en votos.



