El expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha sido diagnosticado con un cáncer de próstata agresivo, según confirmó su equipo de comunicación este domingo. El diagnóstico se produjo el viernes, luego de que médicos detectaran un pequeño nódulo en su próstata durante una evaluación relacionada con molestias urinarias.
Los exámenes posteriores revelaron que la enfermedad ya se ha extendido a zonas óseas, aunque los especialistas consideran que se trata de un tipo de cáncer sensible a las hormonas, lo cual abre la puerta a tratamientos efectivos. Biden y su familia están actualmente evaluando las opciones terapéuticas con sus médicos de confianza.
El anuncio ocurre en una semana especialmente delicada para la imagen del veterano político de 82 años, ya que su deterioro físico y cognitivo ha vuelto al centro del debate público con fuerza. Un nuevo libro de los periodistas Jake Tapper (CNN) y Alex Thompson (Axios) ha revelado que su entorno más cercano habría intentado ocultar los signos de ese declive durante su presidencia y campaña de reelección en 2024.
A pesar de episodios públicos de confusión, desorientación y olvido, los líderes del Partido Demócrata no frenaron su candidatura hasta que un mal desempeño en el primer debate frente a Donald Trump, en julio de 2024, precipitó su retiro. Desde entonces, Biden se ha mantenido en un perfil bajo, aunque en semanas recientes reapareció con entrevistas en las que negó tener problemas cognitivos que comprometieran su gestión.
El diagnóstico oncológico también revive el recuerdo de su hijo Beau, quien falleció en 2015 por un cáncer cerebral, y pone en perspectiva su iniciativa como presidente de reducir a la mitad las muertes por cáncer en Estados Unidos en un lapso de 25 años.