La Policía Federal de Brasil ha formalmente acusado al expresidente Jair Bolsonaro y a 36 personas más por un intento de golpe de Estado tras las elecciones de 2022. Las acusaciones incluyen “abolición violenta del Estado democrático de derecho”, golpe de Estado y organización criminal. Según el informe, que abarca más de 700 páginas, Bolsonaro participó en reuniones con altos mandos militares y asesores para discutir planes que buscaban evitar la asunción del actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva, incluyendo un complot para asesinarlo.
La investigación revela que el grupo, conocido como los “niños negros”, planeaba crear un “comité de crisis” con militares afines a Bolsonaro. Sin embargo, sus planes no se concretaron debido a la falta de apoyo de los comandantes del Ejército y la Fuerza Aérea. Los jefes militares testificaron en contra de Bolsonaro, afirmando que se consideraron medidas extremas para impedir la investidura de Lula.
Bolsonaro ha negado las acusaciones y se considera víctima de una persecución política. La acusación ahora será revisada por el juez Alexandre de Moraes y la Procuraduría General de la República antes de que se tomen decisiones sobre posibles cargos formales.



