El silencio en las aulas y los puestos vacíos se han convertido en el reflejo más doloroso de la tragedia que enluta a Colombia. Los estudiantes que murieron en el accidente de autobús ocurrido en Antioquia no solo dejaron una noticia impactante, sino una ausencia que hoy pesa en sus colegios, familias y comunidades.
Los jóvenes, de entre 16 y 18 años, regresaban de un viaje de graduación al Caribe colombiano cuando el autobús en el que se trasladaban cayó a un abismo de aproximadamente 40 metros, cerca del municipio de Remedios. Aunque el hecho ocurrió ayer al mediodía, el impacto emocional continúa creciendo con el paso de las horas.
Conmemorando a los estudiantes fallecidos en accidente de colombiaEn el municipio de Bello, de donde eran varios de los estudiantes, se realizaron homenajes simbólicos. Fotografías, flores y minutos de silencio marcaron el recuerdo de quienes soñaban con iniciar una nueva etapa de sus vidas. En algunos salones, los pupitres permanecieron vacíos como señal de respeto y memoria.
Familiares, docentes y compañeros coincidieron en que no se trata solo de una tragedia vial, sino de la pérdida de futuros truncados. Autoridades y ciudadanos han reiterado llamados a la reflexión sobre la seguridad en los viajes estudiantiles, mientras el país acompaña en duelo a las familias afectadas.


