El presidente de Argentina, Javier Milei, dio inicio a lo que calificó como “la madre de todas las batallas electorales”: la disputa por la provincia de Buenos Aires, el bastión más poblado del país y hoy gobernado por el peronismo. Lo hizo fiel a su estilo provocador, desatando una ráfaga de insultos contra el actual gobernador Axel Kicillof.
Durante un acto político, Milei no escatimó en calificativos despectivos hacia el mandatario provincial, a quien tildó de “pelotudo”, “burro eunuco”, “zar de la miseria” y hasta “pichón de Stalin”, sin mostrar reparos por la contradicción ideológica entre los insultos. El ataque verbal marca el arranque de la estrategia libertaria para arrebatarle el poder al peronismo en la provincia que concentra al 38% del electorado nacional.
“La provincia de Buenos Aires es clave para terminar de dinamitar el modelo empobrecedor del kirchnerismo”, declaró Milei ante una multitud de seguidores, dejando en claro que su objetivo no es solo sumar legisladores, sino desplazar al peronismo del territorio más codiciado de la política argentina.
Los comicios provinciales están programados para septiembre, mientras que las elecciones legislativas nacionales se realizarán en octubre. Con su discurso encendido, Milei busca polarizar al electorado bonaerense y consolidar su proyecto político, que apunta a debilitar a la principal fuerza opositora desde su núcleo más fuerte.
Kicillof, por su parte, aún no ha respondido públicamente a las declaraciones del presidente, aunque desde su entorno calificaron los dichos como “un show grotesco” que evidencia “la desesperación del Gobierno ante la falta de resultados”.



