La NASA confirmó la muerte de Jim Lovell, el legendario comandante de la misión Apolo 13, a los 97 años, en Chicago. Su nombre quedó grabado en la historia no solo por su trayectoria como astronauta, sino por su temple en medio de una de las emergencias más recordadas de la exploración espacial.
Lovell, conocido como “Smilin’ Jim”, lideró la tripulación del Apolo 13 en 1970, misión que iba rumbo a ser el tercer alunizaje de la historia. Sin embargo, una explosión en un tanque de oxígeno obligó a abortar la llegada a la Luna. Fue entonces cuando se escuchó la frase que estremeció al mundo: “Houston, tenemos un problema”, pronunciada por su compañero Jack Swigert.
Gracias a la sangre fría y liderazgo de Lovell, el equipo logró regresar sano y salvo a la Tierra, en una odisea seguida minuto a minuto por millones de personas. Su hazaña fue tan inspiradora que en 1995 llegó al cine con la película Apolo 13, en la que Tom Hanks interpretó su papel.
Lovell también fue protagonista de otro capítulo histórico: la misión Apolo 8 en 1968, siendo uno de los primeros humanos en orbitar la Luna. La NASA lo despidió resaltando su “valentía y carácter”, virtudes que ayudaron a transformar una posible tragedia en una lección para el futuro de la exploración espacial.



