El Servicio Sanitario de Pavía, en el norte de Italia, ha sido condenado a pagar alrededor de 1,5 millones de euros tras una tragedia ocurrida en el hospital de Vigevano, donde un recién nacido sufrió daños cerebrales permanentes al ser aplastado accidentalmente por su madre mientras lo amamantaba.
De acuerdo con lo revelado en el juicio, la mujer acababa de dar a luz pasadas las 9:00 de la noche y, agotada por el parto, se recostó de lado mientras alimentaba al bebé. Minutos después, notó que el pequeño había dejado de succionar y no respondía, lo que derivó en una emergencia médica.
El tribunal determinó que el centro hospitalario, dependiente del Servicio Sanitario de Pavía, no tomó las medidas de vigilancia adecuadas para evitar el desenlace. En primera instancia, la justicia fijó una indemnización de un millón 91 mil 218 euros al niño por los daños irreversibles, además de 100 mil euros a cada uno de los padres, 25 mil al hermano menor nacido posteriormente y 35 mil a cada uno de los cuatro abuelos.
Los jueces sostuvieron que el personal sanitario debió garantizar la supervisión necesaria en las horas posteriores al parto, especialmente durante el proceso de lactancia, cuando la madre se encontraba en evidente estado de agotamiento.



