El viernes 9 de agosto, un avión de la aerolínea brasileña Voepass Linhas Aéreas se estrelló en el municipio de Vinhedo, en el estado de São Paulo, Brasil. El vuelo cubría la ruta entre Cascavel y el aeropuerto internacional de Guarulhos en São Paulo. El avión, un turbohélice modelo ATR-72, transportaba a 58 pasajeros y cuatro tripulantes, sin que hubiera supervivientes. Las autoridades brasileñas confirmaron que el aparato se estrelló en una zona residencial, cerca de una vivienda, sin causar víctimas en tierra.
Según los datos recopilados, el avión ascendió a una altitud de 5.000 metros a las 12:23 p.m. y se mantuvo a esa altura hasta las 1:21 p.m., cuando comenzó a perder altura de forma brusca, estrellándose en aproximadamente un minuto.
La Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) de Brasil supervisará la asistencia a las víctimas y sus familias, así como las investigaciones para determinar las causas del accidente. El Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (Cenipa) y la Policía Federal también han abierto sendas investigaciones.
Este es el accidente aéreo más grave ocurrido en suelo brasileño desde 2007, cuando un vuelo de la aerolínea TAM se estrelló en São Paulo, dejando 199 muertos.



