En una medida sin precedentes en su administración, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció este lunes 28 de julio una profunda reestructuración del Estado: la reducción del número de ministerios de 20 a 14 y la desvinculación de al menos 5 mil funcionarios públicos.
La decisión, presentada como un paso clave para optimizar el gasto público, forma parte del programa de racionalización del aparato estatal y responde, según el gobierno, a la necesidad de enfrentar el déficit fiscal y mejorar la eficiencia administrativa.
“Esta reestructuración no es solo una medida de ahorro, es una apuesta por un Estado más ágil, moderno y funcional”, expresó Noboa durante la presentación del plan, sin detallar aún cuáles carteras serán fusionadas o eliminadas. El mandatario señaló que se trata de una “decisión difícil, pero necesaria”.
El recorte de personal afectará principalmente a funcionarios de áreas administrativas y operativas de entidades que serán absorbidas o reconfiguradas. Sin embargo, se garantizó que los servicios esenciales como salud, educación y seguridad no se verán afectados por los despidos.
Economistas locales señalan que la medida podría generar un alivio temporal en las finanzas públicas, pero advierten sobre posibles impactos en el empleo y en la calidad del servicio estatal. Por su parte, sectores sindicales y políticos opositores han criticado lo que consideran una política de ajuste que golpea a los trabajadores y no a las élites responsables del desorden fiscal.
El gobierno se comprometió a presentar en los próximos días un informe detallado sobre las entidades reestructuradas y los mecanismos de compensación para los empleados desvinculados.



