Las autoridades británicas enfrentan una revelación dolorosa tras el ataque a la sinagoga de la Congregación Hebrea Heaton Park, en Crumpsall, al norte de Manchester. La Policía del Gran Manchester (GMP) confirmó que una de las víctimas falleció por disparos efectuados por los propios agentes que repelían la agresión terrorista del jueves.
Según el comunicado oficial, la víctima estaba detrás de la puerta de la sinagoga cuando recibió el impacto de bala. Junto a ella se encontraba otra persona que también fue alcanzada por los disparos policiales y que permanece hospitalizada, aunque su vida no corre peligro.
El incidente ha encendido la alarma entre las autoridades de seguridad británicas, que temen que este atentado pueda inspirar otros actos antisemitas en el país, justo cuando se acerca el primer aniversario de la masacre del 7 de octubre en Israel.
Dos fieles entre las víctimas mortales
La policía identificó a las dos víctimas fatales del atentado como Adrian Daulby, de 53 años, y Melvin Cravitz, de 66, ambos miembros de la comunidad judía de Crumpsall y asiduos asistentes a la sinagoga atacada. Hasta el momento, no se ha revelado la identidad de los heridos, por razones de confidencialidad.
El ataque ocurrió durante un servicio religioso y generó escenas de pánico entre los fieles, quienes se refugiaron en diferentes áreas del templo mientras la policía respondía.
Arrestos y sospechas de terrorismo
Como parte de las investigaciones, la GMP informó que tres personas fueron arrestadas bajo sospecha de comisión, preparación e instigación de actos terroristas. Se trata de dos hombres de unos 30 años y una mujer de alrededor de 60, quienes están bajo custodia mientras continúan los interrogatorios.
El primer ministro británico y líderes comunitarios han condenado con firmeza el atentado, calificándolo de “ataque cobarde” contra la libertad religiosa.



