El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, confirmó que no asistirá a la sesión parlamentaria en la que se debatirá si se le retira la inmunidad para enfrentar un proceso penal por corrupción. El mandatario calificó la cita como “un espectáculo lamentable” y advirtió que su presencia equivaldría a legitimar lo que describió como “un intento de golpe de Estado judicial”, según reportó la agencia AFP.
La votación, programada para este lunes en el plenario de la Asamblea Legislativa, será decisiva: los 57 diputados deberán definir si el jefe de Estado puede ser procesado en tribunales ordinarios, tal como lo solicitó formalmente la Fiscalía General de la República.
Se trata de un episodio sin precedentes en la política costarricense. Nunca antes un presidente en ejercicio había estado expuesto a la posibilidad de perder su fuero penal, lo que convierte a la sesión en un momento clave de la historia democrática del país, de acuerdo con la agencia AP.
Para que prospere el desafuero se requieren al menos 38 votos a favor. El resultado podría marcar un antes y un después en la relación entre los poderes del Estado en Costa Rica y definir el futuro político de Rodrigo Chaves, quien ha mantenido un discurso de confrontación tanto con el Congreso como con el Poder Judicial desde que estalló el caso.


