El comediante Tony Hinchcliffe desató una ola de indignación al referirse a Puerto Rico como una “isla flotante de basura” durante un acto de campaña de Donald Trump en el Madison Square Garden de Nueva York. Este comentario, junto con otros considerados racistas, provocó críticas tanto de demócratas como de republicanos, especialmente en un momento en que la comunidad puertorriqueña se prepara para las elecciones presidenciales en EE. UU., donde tienen un papel crucial.
Hinchcliffe, conocido por su podcast “Kill Tony”, hizo varios comentarios ofensivos sobre latinos y otros grupos, lo que llevó a reacciones contundentes de figuras políticas y celebridades. La congresista Alexandria Ocasio-Cortez y el candidato a vicepresidente Tim Walz cuestionaron sus palabras, subrayando que reflejan actitudes despectivas hacia quienes ganan menos dinero. Ocasio-Cortez, de ascendencia puertorriqueña, enfatizó la importancia de recordar estos comentarios al momento de votar.
El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, también expresó su indignación y llamó a los puertorriqueños a mostrar su fuerza en las urnas. Otros líderes republicanos, como el senador Rick Scott y la congresista María Elvira Salazar, condenaron las declaraciones de Hinchcliffe, afirmando que no representan los valores del partido.
Artistas puertorriqueños como Ricky Martin y Bad Bunny también se pronunciaron en contra de los comentarios. Martin compartió el clip del acto con la frase “esto es lo que piensan de nosotros”, mientras que Bad Bunny retuiteó un mensaje que instaba a votar con conciencia para un Puerto Rico mejor.
La controversia coincide con el esfuerzo del equipo de campaña de Kamala Harris por atraer a votantes puertorriqueños, presentando propuestas para mejorar la infraestructura de la isla.



