El candidato presidencial opositor Edmundo González Urrutia, respaldado por María Corina Machado, líder opositora inhabilitada para participar en las elecciones, tiene una intención de voto cercana al 50% según los sondeos publicados hasta ahora. El candidato oficialista y actual presidente, Nicolás Maduro, ha escalado algunos puntos y sus niveles de adhesión oscilan entre el 22% y el 25%.
González Urrutia ha pasado de ser un desconocido a estar plenamente identificado por la mayoría de la población gracias a la difusión en redes sociales y grupos de WhatsApp. Según analistas, el candidato opositor tiene margen para seguir ganando apoyo, especialmente entre los indecisos. Por otro lado, Maduro ha ido escalando puntos progresivamente en aceptación desde el año pasado, y su campaña ha tenido impacto.
La difusión y análisis de encuestas se han convertido en un tabú público en Venezuela debido a la irritación que producen en ciertos funcionarios chavistas. El presidente de la Asamblea, Jorge Rodríguez, ha desmentido las encuestadoras que retratan la realidad política del país y ha advertido que aquel que desconozca los resultados electorales o altere la paz pública antes, durante o después de las elecciones, será preso.
La tutela que ejerce Machado sobre González Urrutia puede dificultar aún más la transición. Sin embargo, la concentración de Machado en este tiempo ha sido masiva, y hay un deseo de cambio profundo entre los venezolanos. La enorme diferencia entre los candidatos en las encuestas no garantiza el resultado del 28 de julio, y el Gobierno está manejando el escenario actual con precisión.
Finalmente, el triunfalismo y la confianza en la victoria electoral pueden llevar a la oposición a subestimar la organización, arraigo y disciplina de las filas chavistas en toda la geografía nacional, lo que podría complicar la transición democrática.
(Con información de www.elpais.com)


