La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó este jueves un fenómeno natural tan descomunal como electrizante: el relámpago más largo jamás registrado en la historia cruzó 829 kilómetros entre los estados de Texas y Kansas, en Estados Unidos, durante una tormenta ocurrida en octubre de 2017.
Este asombroso rayo, cuya trayectoria fue medida con precisión, cubrió una distancia que un automóvil tardaría en recorrer entre ocho y nueve horas, o que un avión comercial cruzaría en 90 minutos. La información fue publicada en el boletín oficial de la Sociedad Meteorológica Americana y ratificada por la OMM tras una verificación científica.
El fenómeno, que se produjo en un solo destello, atravesó múltiples zonas del centro de Estados Unidos y dejó una huella en los registros meteorológicos. “Es una muestra del poder de la naturaleza y del alcance que pueden tener estas descargas eléctricas en condiciones atmosféricas extremas”, indicó la OMM en su comunicado.
Más allá del asombro, la agencia aprovechó la confirmación del récord para emitir un llamado a la conciencia: cada año, cientos de personas pierden la vida tras ser alcanzadas por rayos, y muchas más resultan heridas. Por eso, la OMM insistió en la necesidad de reforzar los sistemas de alerta temprana ante desastres naturales, como parte de una campaña global para mejorar la prevención y reducir los riesgos.



