La reciente visita del papa Francisco a Bélgica ha estado marcada por un fuerte discurso sobre los abusos sexuales en la Iglesia y las adopciones forzadas. Durante su primer acto público en Bruselas, el Papa escuchó las duras palabras del rey Felipe y del primer ministro Alexander De Croo, quienes enfatizaron la necesidad de reconocer y reparar el daño causado a las víctimas.
El rey Felipe destacó que Francisco ha condenado con firmeza los abusos sexuales dentro de la Iglesia y ha tomado medidas concretas para combatirlos. Sin embargo, también señaló que ha tardado demasiado en escuchar a las víctimas y en buscar formas de reparar el daño. En su discurso, mencionó un informe de 2019 que documentó mil 54 casos de abusos cometidos por eclesiásticos en Bélgica, de los cuales el 73% involucraron a menores.
Comentarios del primer ministro
Por su parte, el primer ministro De Croo añadió que no se pueden ignorar las heridas profundas en la comunidad católica y la sociedad en general. Subrayó que es necesario dar pasos concretos para escuchar a las víctimas y restaurar la confianza, enfatizando que la dignidad humana debe prevalecer sobre los intereses institucionales.
Reacciones del papa Francisco
El papa Francisco respondió afirmando que la Iglesia debe sentir vergüenza y pedir perdón por los abusos. Comparó estos crímenes con la masacre de los inocentes por parte del rey Herodes, instando a la Iglesia a asumir su responsabilidad con humildad cristiana. También expresó su tristeza por el fenómeno de las adopciones forzadas, que afectó a miles de niños entre 1945 y 1970, y alertó sobre la persistencia de este problema en algunas culturas hoy en día.
Advertencias sobre la guerra
El sumo pontífice también advirtió sobre el riesgo de una nueva guerra mundial, recordando la historia de Bélgica como un país que ha sufrido invasiones y conflictos. Además, hizo un llamado a Europa para recuperar su camino hacia un futuro esperanzador.
Finalmente, el Papa se reunió en privado con 15 víctimas de abusos para escuchar sus historias, reafirmando su compromiso de abordar estos problemas con seriedad y compasión.
