Lo que parecía una propuesta polémica, ahora es ley. Este miércoles, el Tribunal Supremo de Rusia dictó una resolución que proscribe oficialmente al Movimiento Internacional del Satanismo, tras declararlo una “organización extremista” que representa una amenaza para la nación.
La decisión fue tomada luego de que tanto la Fiscalía General como el Ministerio de Justicia ruso solicitaran al máximo órgano judicial reconocer al movimiento como una organización peligrosa.
La sentencia entró en vigor de inmediato y fue enviada al Ministerio de Justicia para su registro formal, según informó la agencia oficial TASS.
La propuesta, que venía rondando desde hace meses en los pasillos de la Duma Estatal —la Cámara Baja del Parlamento ruso—, ahora tiene fuerza de ley. Los diputados habían advertido que el satanismo no debía ser considerado una simple “creencia alternativa”, sino una ideología extremista que “socava los valores tradicionales” y pone en riesgo la estabilidad del Estado ruso.
El movimiento no solo fue catalogado como peligroso, sino también vinculado a causas políticas internacionales. De acuerdo con el experto en religiones Román Silántiev, parte del argumento detrás de la medida es el presunto apoyo del movimiento satánico a Ucrania, en medio del conflicto armado entre ambas naciones.
“Por ese motivo, en 2024 la Fiscalía General declaró indeseable a la secta ‘Templo de Satanás’”, afirmó Silántiev, reforzando la línea oficialista sobre la influencia extranjera.
Por su parte, la Iglesia Ortodoxa Rusa no tardó en expresar su respaldo total al fallo. El patriarca Kiril saludó la decisión y reiteró su apoyo a la prohibición de todo tipo de publicidad relacionada con la magia, el ocultismo y prácticas esotéricas, que suelen asociarse con el satanismo moderno.
Fiódor Lukiánov, presidente de la Comisión de Asuntos Familiares de la Iglesia Ortodoxa, declaró que esta resolución representa “el inicio de la liberación de Rusia de ideologías destructivas” y de una lucha frontal contra todo lo que contradiga los llamados valores tradicionales rusos.
Aunque no existen grandes organizaciones satánicas en Rusia, las autoridades calculan que decenas de miles de personas practican el satanismo, generalmente en grupos pequeños o de forma individual, lo que, según las autoridades, complica su detección y seguimiento.
Con esta decisión, Rusia añade al Movimiento Internacional del Satanismo a su lista negra de organizaciones extremistas, lo que implica la prohibición absoluta de sus actividades en territorio ruso, así como sanciones penales para quienes promuevan o formen parte del grupo.
