La esperada cumbre bilateral entre Ucrania y Rusia, prevista para este jueves en Estambul, se tambalea antes de empezar. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dejó claro que solo se sentará a dialogar si su interlocutor es el propio Vladimir Putin, mientras el Kremlin sigue sin confirmar la presencia de su líder, alimentando la incertidumbre en torno a la reunión.
“Ucrania siempre ha apoyado la diplomacia y estoy listo para ir a Turquía”, declaró Zelenski en un mensaje difundido por redes sociales, en el que lamentó el “silencio muy extraño” por parte de Moscú frente a la propuesta de una reunión directa entre presidentes.
Más contundente fue su asesor presidencial, Mijailo Podoliak, quien aseguró en la televisión ucraniana que no hay cabida para negociaciones con funcionarios de menor jerarquía. “No, por supuesto que no. Ese no es el formato”, sentenció.
Mientras Kiev insiste en una cita al más alto nivel, el Kremlin guarda silencio. Aunque Turquía mantiene la invitación en pie y se ofreció como mediador, hasta ahora no ha habido confirmación por parte de Putin, quien sigue esquivando el compromiso con respuestas ambiguas.
El posible fracaso de esta cumbre podría suponer un nuevo revés para los intentos de distensión entre ambos países, en un contexto internacional cada vez más tenso por los efectos prolongados del conflicto armado y las sanciones impuestas a Rusia.