El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido invitado por el rey Carlos III a realizar una visita de Estado al Reino Unido, una invitación que fue extendida el pasado mes de febrero y aceptada sin titubeos por el mandatario estadounidense. Con este gesto, Trump se convierte en el primer líder político electo en ser recibido oficialmente por un soberano británico en dos ocasiones distintas bajo el protocolo de visita de Estado.
La invitación de Carlos III refleja el interés de la corona británica en fortalecer la relación transatlántica en un momento clave para la política global, y también destaca la influencia persistente de Trump en el escenario internacional. Su primera visita de Estado se llevó a cabo durante el reinado de la reina Isabel II en 2019, lo que ya entonces generó atención por el carácter controversial del expresidente.
Fuentes diplomáticas señalan que la visita, que tendrá lugar a finales de este año, se tratará de una agenda de alto perfil, con encuentros formales, banquetes y posiblemente una intervención pública conjunta.
El Palacio de Buckingham y la Casa Blanca se preparan para lo que se anticipa será una visita cargada de simbolismo y mensajes diplomáticos. Analistas internacionales señalan que esta segunda recepción por parte de la monarquía británica podría tener implicaciones políticas significativas, no solo para las relaciones bilaterales, sino también para la imagen internacional de Trump, quien busca fortalecer su liderazgo en un nuevo ciclo político estadounidense.


