El nacimiento de Thaddeus Daniel Pierce ha marcado un hito histórico y científico: se trata del nuevo “bebé más viejo” del mundo, según confirmó en exclusiva la revista MIT Technology Review. Aunque llegó al mundo el pasado fin de semana, el embrión del que se desarrolló fue creado y congelado hace más de tres décadas, en 1994.
El embrión permaneció almacenado durante 30 años y medio antes de ser implantado, lo que lo convierte en el más antiguo que ha dado lugar a un nacimiento exitoso del que se tenga registro. La madre, Lindsey Pierce, relató a la revista que el parto fue complicado, pero que tanto ella como el bebé se encuentran en buen estado. “Tuvimos un parto difícil, pero ahora ambos estamos bien”, afirmó.
Thaddeus fue concebido gracias a la adopción de embriones, una práctica cada vez más común en Estados Unidos. Lindsey y su esposo, Tim Pierce, residentes de Ohio, adoptaron el embrión a través de una organización cristiana especializada en donaciones. “Está tan tranquilo. ¡Estamos maravillados de tener a este precioso bebé!”, expresó emocionada Lindsey.
La historia ha causado asombro entre familiares y miembros de su congregación religiosa. “Es como algo de una película de ciencia ficción”, comentaron. Más allá del récord, el caso plantea preguntas sobre el futuro de la criopreservación de embriones y su papel en la reproducción asistida.
El récord anterior también involucraba embriones con décadas de antigüedad, pero Thaddeus Daniel ahora lidera la lista, demostrando que la vida puede comenzar incluso después de pasar tres décadas en un laboratorio.


