Venezuela ganó el jueves una reñida contienda para ocupar una de las vacantes en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU a pesar de la campaña de más de 50 organizaciones y muchos países que se oponen al gobierno de Nicolás Maduro y su historial en el tema.
Hubo aplausos dispersos en la cámara de la Asamblea General después de que su presidente anunció los resultados de la votación para las dos vacantes de los países latinoamericanos. Brasil recibió la mayor cantidad de votos con 153, seguido por Venezuela con 105 y Costa Rica con 96.
El canciller venezolano Jorge Arreaza dijo que la votación era una “victoria” que siguió a “una campaña feroz y brutal de Estados Unidos... y sus países o gobiernos satélites y subordinados”.
El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump ha reconocido al líder opositor Juan Guaidó como el presidente encargado de Venezuela, y la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Kelly Craft, señaló que colocar al gobierno de Maduro en el consejo era “una vergüenza para las Naciones Unidas y una tragedia para la gente de Venezuela”.
“Que uno de los peores abusadores de derechos humanos en el mundo obtenga un asiento en un órgano que se supone debe defender los derechos humanos es absolutamente aterrador”, manifestó.
Philippe Bolopion, subdirector de defensa global de Humans Rights Watch, señaló que la elección de Venezuela es inmerecida y “una bofetada en la cara a las innumerables víctimas del país que han sido torturadas y asesinadas por las fuerzas del gobierno, así como a los millones de personas que han huido debido a una emergencia humanitaria que el gobierno provocó”.
La Asamblea General de 193 miembros eligió a 14 de 47 integrantes del Consejo de Derechos Humanos para períodos de tres años a partir del 1 de enero. Según las reglas, los asientos se asignan por regiones para garantizar representación geográfica.
Por su parte Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional controlada por la oposición y que busca derrocar a Maduro con el apoyo de Estados Unidos y más de 50 países, aseveró que la ONU “se mancha” por la votación y “pierde credibilidad al validar en este consejo al régimen de Maduro”.
En tanto, el fiscal general del gobierno de Maduro, Tarek William Saab, anunció la liberación de 24 personas a las que llamó “prisioneros políticos” en una acción efectuada luego de una ronda de negociaciones con partidos minoritarios que no incluyen a Guaidó.
Sin embargo, Saab no proporcionó los nombres de las personas que fueron liberadas.
Bolopion dijo que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU debería mantener el escrutinio a los “abusos”, incluso con Venezuela en la mesa, y “responsabilizar” a quien corresponda.
“La Asamblea General de la ONU debería reconocer que elegir a abusadores de derechos humanos en serie del estilo de Venezuela traiciona los principios fundamentales que estableció cuando creó el Consejo de Derechos Humanos”, aseveró.
Antes de la votación, Human Rights Watch criticó al presidente brasileño Jair Bolsonaro por acoger la “retórica hostil hacia las normas de derechos humanos” y por dar “luz verde a las redes criminales que destruyen la selva tropical de la Amazonía”.
Criticó también a Polonia por erosionar sistemáticamente “la independencia y funcionamiento efectivo de su sistema judicial”, a Indonesia por elevar la “intolerancia religiosa” y a Mauritania por utilizar las leyes sobre difamación criminal, propagar “información falsa y blasfemias para procesar a activistas de derechos humanos, blogueros y disidentes políticos”.
Exhortó al nuevo gobierno de transición de Sudán a “poner el ejemplo en la promoción de los derechos humanos al tomar acciones concretas para la rendición de cuentas y reformas”.



