El expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha confirmado su papel como mediador en la salida del opositor venezolano Edmundo González Urrutia hacia España, donde ha solicitado asilo. En su primera aparición pública tras las elecciones del 28 de julio en Venezuela, Zapatero destacó la importancia de mantener la discreción y el respeto en su función como mediador, afirmando que “es un derecho y un deber” hacerlo.
Durante la presentación de su libro en el Ateneo de Madrid, Zapatero se negó a hacer valoraciones sobre los resultados electorales en Venezuela, que no han sido reconocidos ni por la oposición ni por la comunidad internacional. A pesar de las críticas que ha recibido por su silencio, defendió su enfoque de diálogo y consenso como la única vía para encontrar una solución pacífica a la crisis venezolana.
Además, expresó su convicción de que “antes o después” habrá intentos de diálogo político para resolver la situación en Venezuela. Reconoció que su mediación le ha acarreado críticas, pero se mantiene firme en su compromiso de ayudar a buscar soluciones, reiterando que el futuro podría requerir más intervenciones de su parte.
