Este miércoles 1 de mayo, Panamá conmemoró el Día Internacional del Trabajador con una marcha que partió desde la Plaza Belisario Porras, recorriendo parte del centro capitalino hasta llegar a los alrededores de la Asamblea Nacional, en la 5 de Mayo.
A diferencia de otros años, la movilización ocurrió en medio de un ambiente cargado por las huelgas de docentes y obreros, que han generado afectaciones importantes tanto en la economía del país como en la educación de miles de estudiantes.
Educadores y obreros en paro: preocupación nacional
Desde el 23 de abril, docentes agrupados en gremios como AEVE, UMALI y la Asociación de Profesores de Panamá mantienen suspendidas las clases, mientras que trabajadores del Suntracs se sumaron a la huelga, paralizando obras clave como la Línea 3 del Metro hacia Panamá Oeste.
Estas medidas han despertado preocupación entre padres de familia, empresarios y autoridades, debido al impacto directo en la formación académica y el desarrollo de proyectos de infraestructura.
Se anuncian más paros en el sector salud
A las protestas ya activas se suma el anuncio de la Asociación de Médicos, Odontólogos y Profesionales Afines de la CSS (Amoacss), quienes convocaron un paro nacional de labores para este lunes 5 de mayo, a partir de las 7:00 a.m., en todas las instalaciones de salud pública del país.
Llamado a diálogo sin imposiciones
Durante la jornada, representantes de la Central Nacional de Trabajadores de Panamá (CNTP) reiteraron su llamado a un diálogo respetuoso y productivo, sin imposiciones, para atender temas sensibles como la Ley 462 sobre la CSS, el estado de los centros escolares, y la polémica por la reapertura minera.
Sin embargo, diversos sectores de la sociedad civil han solicitado que las manifestaciones no se traduzcan en cierres de calles ni suspensión de servicios públicos, pues afectan directamente a la población más vulnerable.
Mensaje de unidad, pero con responsabilidad
La conmemoración del 1 de mayo inició con una misa en la Iglesia Don Bosco, y fue una oportunidad para que gremios laborales expusieran sus preocupaciones en un espacio cívico, sin caer en acciones que agraven la crisis social o económica del país.