Este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, organizaciones feministas, la Red de Mujeres Trabajadoras y mujeres independientes en Panamá convocan a una movilización nacional. Denuncian que la pobreza extrema, la violencia de género, el desempleo y la falta de oportunidades siguen afectando a las mujeres y a la niñez de la clase trabajadora, especialmente en las provincias de Bocas del Toro, Darién, Colón y en las comarcas indígenas.
Además, critican que en el actual proceso electoral, el miedo, la propaganda sucia, el clientelismo y la corrupción se mantienen como los valores con los que el poder económico y sus sectores cómplices piden al pueblo contentarse solo con emitir un voto hoy, para después mantenerlos al margen de los procesos de participación y toma de decisiones políticas y sociales en el país.
Las mujeres se comprometen a mantenerse movilizadas hasta conseguir la equidad social, económica y política entre hombres y mujeres y exigen a las autoridades nacionales el reconocimiento de las siguientes medidas urgentes:
Implementar acciones para detener las violaciones a los derechos laborales de las mujeres, especialmente de quienes laboran para el sector comercio, servicios y turismo.
Proteger el patrimonio, fortalecer la administración y optimizar la atención en la Caja de Seguro Social, para garantizar el derecho a la salud y el derecho de acceder a pensiones y jubilaciones dignas a todas las mujeres de la clase trabajadora y sus familias.
Asegurar el acceso a una educación integral en salud sexual y reproductiva, con bases científicas, que contribuya a prevenir y erradicar la violencia sexual hacia las mujeres y adolescentes.
Reglamentar la Ley No. 321 de 2022, que aprobó el Convenio 190 de la OIT, que establece el derecho a una vida libre de violencia y acoso en el mundo del trabajo.
Que el Instituto de Estadística y Censo, las instituciones gubernamentales y el Ministerio Público cuenten con estadísticas actualizadas y segregadas por sexo, edad y territorios.
Además, se unen a la propuesta internacional de la clase trabajadora para el establecimiento de la jornada laboral máxima de 40 horas semanales, con igual productividad y salario.
Finalmente, se pronuncian ante el genocidio perpetrado por el Gobierno de Israel contra el pueblo palestino, donde cerca de 9 mil mujeres y 14 mil niñas, niños de todas las edades y recién nacidos han sido asesinados en los últimos 5 meses.



