Desde chico su sueño siempre fue poder tocar el clarín, pero el temor a ser rechazado por su discapacidad hizo que en su adolescencia no cumpliera su meta.
Jesús Del Nazaret Batista Rodríguez nació con un problema que luego se fue agudizando. Al llegar a los 12 años de edad tuvo que dejar de utilizar las muletas y cambiarlas por una silla de ruedas, que en los últimos 18 años ha sido su medio para movilizarse.
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Batista Rodríguez tiene 30 años de edad y, a pesar de sus limitaciones, terminó sus estudios secundarios. Actualmente trabaja en la empresa Tzanetatos como ayudante general, siendo un orgullo para su familia y amistades.
A pesar del temor de que alguna de las bandas independientes que existe en la ciudad capital le cerraran las puertas, un amigo lo invitó a que fuera con él a ver una de las prácticas de la Banda Independiente Internacional San Miguel Arcángel, en donde su pasión por el instrumento nuevamente volvió a renacer.
Le dan la oportunidad
Rubén Soto, presidente de la Banda Independiente Internacional San Miguel Arcángel, nunca le dijo que no y lo aceptó inmediatamente para que perteneciera a la fila de su agrupación musical.
Ya son 4 años en que Jesús desfila a nivel nacional con la banda y ha representado a Panamá en el exterior.
Soto destacó que Jesús ha sido uno de los motores dentro de la agrupación por su determinación y sus ganas de echar hacia adelante.
Jesús dijo sentirse muy contento por la oportunidad que le dieron, porque son como una familia.
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“Nunca me ha dado pena mi condición, pero ahora, al estar desfilando, me siento una persona más importante para Dios y mis seres queridos”, relató a Mi Diario.
“Jesusito”, como de cariño le dicen sus seres queridos, hoy, domingo 3 de noviembre, saldrá a honrar a la patria como siempre anheló.
