La ansiada espera que se inició el pasado 20 de febrero con el hallazgo de una joven en la comunidad de Wagandi, en la comarca indígena de Madungandi, quien se presumía podría ser Mónica Serrano, llegó ayer a un desenlace muy amargo para muchos panameños.
Grifina López no es Mónica Serrano.
Así de tajante lo dejó claro el procurador general de la Nación, Eduardo Ulloa, al detallar el resultado de la comparación de las pruebas de ADN efectuadas a los esposos Castor Serrano y Mónica García y a la joven López.
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Al hacer una crítica al manejo mediático que ha tenido este caso, que ha estado en el radar informativo de la población panameña desde el 8 de febrero del 2003 cuando “Moniquín” fue raptada en su casa de Loma Bonita de Arraiján, Ulloa detalló que, según las pruebas de laboratorio, el nivel de compatibilidad de los esposos Serrano-García para paternidad y maternidad fue del cero por ciento, resultando ambos excluyentes como parientes.
Sobre la continuidad de las investigaciones que permitan el hallazgo de “Moniquín” Serrano, el procurador recordó que este es un caso cerrado.
Lo que sí está por determinarse son los orígines de Grifina López, criada en una comunidad indígena, pero que, según pruebas realizadas, no es de origen guna.
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Héctor Huertas, abogado de la joven, indicó que pedirá a las autoridades protección especial ante el agobio que pudiera sufrir Grifina. Igualmente, solicitará tratamiento psicológico.
Fuentes allegadas a la joven indicaron que esta se mantenía tranquila en su casa luego del anuncio del Ministerio Público.



