El aprender a utilizar las diferentes aplicaciones y servicios que ofrecen los teléfonos inteligentes puede resultar para algunos adultos mayores un reto a vencer.
Para romper con esa brecha digital, en el Centro de Bienestar Maximino Sáez, de la Caja de Seguro Social, se brinda el taller “Uso de los móviles, apps y redes sociales”, que tiene entre sus propósitos, el proporcionar un mejor acceso a la información, al entretenimiento y a favorecer la estimulación cognitiva de los asistentes.
La licenciada en Trabajo Social de la Policlínica Presidente Remón, Nitzel Castro, funge como facilitadora de este curso práctico. Ella detalló que el taller ayuda a la autoestima de los participantes, ya que pueden conectarse mediante videollamadas, crear grupos de chats y hasta acceder a tutoriales o escuchar música que estuvo de moda en sus años mozos. Igualmente pueden tener acceso a herramientas prácticas como lo es Mi Caja Digital, en donde pueden sacar sus citas o descargar su ficha.
Entre quienes están aprendiendo de todo lo que ofrecen los dispositivos móviles inteligentes está la señora Elba Barret, quien manifestó estar entusiasmada por formar parte del curso, ya que le gusta la innovación.
Esta elegante dama manifestó que no hay edad límite para aprender lo que a uno le gusta. “Me gusta avanzar en cuanto a la tecnología, por eso me inscribí en este curso, mis familiares y amigos me dicen: ¡Wao! ¿Dónde aprendiste todo eso?”, agregó.
En tanto, Eric González subrayó que gracias al curso se siente con más confianza del uso del celular, lo que le ha servido mucho en su vida diaria. Expuso como ejemplo que ahora puede comunicarme con sus seres queridos por videollamadas.

Este caballero de 77 años reflexionó sobre la importancia de estar actualizado en todas estas herramientas, ya que estas tecnologías están tomando cada día más fuerza y que lo que no se puede hacer es cerrar los ojos y evitarla. “Tenemos que involucrarnos y hacer el esfuerzo por manejarse en ella (la tecnología) con toda la confianza porque esto no va desaparecer, va a acrecentarse y va a servir de mayor utilidad para las personas que hagan uso de ella.
Teófila Valdés de Amat, también participante del taller, aseveró por su parte que antes de ingresar solo sabía hacer y recibir llamadas. “Mire que a mis familiares y mis nietos les tengo una tonada, para que cuando me llamen ya distingo que son ellos”.
La licenciada en Gerontología y encargada del Centro Maximino Sáez, Edith Aguirre, invitó a los adultos mayores asegurados que deseen formar parte de este taller a acercarse para inscribirse a esta instalación ubicada en Santa Ana, diagonal a la Plaza 5 de Mayo.
Estas sesiones de capacitaciones se efectúan los días lunes, en horario de la mañana, al igual de otros cursos que se dictan a lo largo del año como bailes folclóricos, cocina, confección de tembleques, puntadas típicas, repostería, guitarra, dibujo, entre otros.
(Con información y fotos de Diamar Díaz Nieto)